Arquitectura para el Juego Urbano

Replicabilidad Alta
Estatus Análisis de diálogo y redacción de publicación
Provocación

¿Cómo recalcamos la importancia del rol de las niñas y niños como ciudadanos sujetos de derechos?, ¿cómo garantizamos su participación activa en la creación de sus propios entornos inmediatos, ampliando a la par las tipologías de espacios de la ciudad?

Historia

Un hito muy importante en el proceso de desarrollo de Ciudad Lúdica como eje de investigación-acción fue el momento en que Lalo y Joshua [1][1] Vecinos de plaza Santa Catarina y aliados durante el proceso de implementación del juguete urbano “Polerama”. comentaron que una niña ”que vive en la vecindad de atrás”, organizó a su papá, familia y vecinos para reemplazar algunas de las cuerdas que se habían roto en el juguete urbano “Polerama” y así “poder seguir jugando”. Este evento sucedió durante el proceso de análisis de vida pública del proyecto Juguetes Urbanos, y continuó reforzando las preguntas en torno al potencial del juego como herramienta de planeación urbana.

Recientemente se ha observado un creciente interés en torno a la relación de los niños y la ciudad en agendas globales; en 2017, ARUP Foresight –consultoría internacional que se enfoca en el futuro del entorno urbano– se unió a la defensoría y promoción de ciudades amigas de los niños al desarrollar la publicación Designing for Urban Childhoods (Diseñar para la niñez urbana) en el marco de su investigación Cities Alive (Ciudades vivas).

De igual manera, a inicios de 2018, John Goodwin –director ejecutivo de la Fundación LEGO– sorprendió a la audiencia del Foro Económico Mundial citando la investigación de DIG, donde se descubrió que el “56 por ciento de las niñas y niños en el mundo pasa menos tiempo en exteriores que los prisioneros de máxima seguridad en Estados Unidos[2][2] Graham, Jack. (2018). Davos 2018: Creating a skilled workforce is child’s play. Suiza: Apolitical: https://apolitical.co/solution_article/davos-2018-creating-skilled-workforce-childs-play/”, generando con esto un llamado a la acción para atacar la crisis mundial del juego, y dejando claro que una ciudad sostenible, exitosa y saludable se parece cada vez más a una ciudad lúdica.

Estas situaciones empezaron a explorarse desde el Laboratorio para la Ciudad con un enfoque de megalópolis latinoamericana a través de una serie de actividades que incluyeron (más no se limitaron a): investigación de escritorio, trabajo directo con comunidades, análisis y generación de datos, diseño de herramientas de Información Geográfica (GIS), colaboraciones con sociedad civil y gobierno, creación de un ecosistema de stakeholders nacionales e internacionales, prototipado de proyectos que pueden ser adoptados o replicados por individuos, comunidades, academia u otras áreas de gobierno.

Los aprendizajes y experiencias (positivas y negativas) de los 4 años de desarrollo del eje de investigación-acción Ciudad Lúdica agregan valor al diálogo local e internacional en torno a nuevas maneras de hacer ciudad, e impulsan el posicionamiento de la perspectiva infantil y el juego como factores centrales para el diseño urbano y de políticas públicas en materia de normatividad, instituciones, responsabilidades e inclusión.

Desafío

En el análisis de la documentación disponible sobre políticas urbanas relacionadas con niñas y niños realizado en 2016[3][3] Jugar la Ciudad: Reimaginar los espacios públicos urbanos de juego para la infancia en la Ciudad de México, es una publicación impresa y digital que busca esclarecer la situación actual de los espacios públicos de juego y proponer líneas de acción para pensar la integración de la niñez en la esfera pública. https://labcdmx.hacemoscodigo.com/experimentos/jugar-la-ciudad/, se delineó una lista de elementos a considerar para enfrentar el reto de diseñar espacios públicos urbanos de juego y una serie de recomendaciones de política pública para generar normatividad de consulta obligatoria para la planificación integral de espacios públicos urbanos de juego, la cual se aconsejaba realizar en colaboración con la Autoridad del Espacio Público, para, posteriormente, compartirla con las delegaciones (futuras alcaldías) y fomentar la adopción de las metodologías.

A nivel internacional, la creación de espacios públicos sólo para el juego no es bien recibida y se considera una manera más de segregar a la población infantil en los entornos urbanos. Este argumento es válido en ciertos contextos, pero en una ciudad tan compleja como la Ciudad de México, estos espacios pueden representar nodos para la creación de comunidades más incluyentes, escenarios para el encuentro y la convivencia, plataformas para el ejercicio del derecho al juego y canales para el reconocimiento de niñas y niños como ciudadanos sujetos de derechos.

En este marco, los aprendizajes de Ciudad Lúdica debían entrelazarse con las experiencias del ecosistema de colaboradores de sociedad civil y gobierno, así como con otros hacedores de espacio público para que la creación de la primera normativa para diseñar espacios públicos de juego se cimentara desde diversas voces, perspectivas y profesiones, consolidando un mismo frente de conocimiento colectivo para la creación de terrenos lúdicos.

Propuesta

Arquitectura para el Juego Urbano: Lineamientos para diseñar espacios públicos de juego en la Ciudad de México (ApJU), busca servir como un marco de referencia y una herramienta para encaminar la planeación, diseño, construcción y mantenimiento de espacios públicos de juego e incorporar la perspectiva infantil en el diseño y planeación urbana.

Una guía dirigida a urbanistas, arquitectos, diseñadores, tomadores de decisión y público en general, que despliega lineamientos (más no límites) y explora el significado de diseñar un espacio de juego para una metrópolis, analiza los retos urbanos de este proceso, integra diversas voces y perspectivas de sociedad civil y gobierno, y se alimenta de los cuatro años de la investigación-acción del área Ciudad Lúdica, para generar espacios de exploración y aventura que estimulan la imaginación y permiten a los habitantes de la CDMX, especialmente a las niñas y niños, ejercer su derecho al juego.

El contenido de la publicación se realizó en colaboración con actores clave de sociedad civil y gobierno, a través de una serie de mesas de trabajo encaminadas a explorar, dialogar e intercambiar experiencias. Durante las sesiones, se desarrollaron conceptos homologados para hablar del juego y la ciudad, se cuestionaron las características urbanas que se deben cumplir para elegir el emplazamiento de un nuevo espacio destinado al juego, se propusieron posibilidades para mejorar los espacios existentes, y se analizaron cuáles son los materiales, la vegetación y las topografías más adecuadas para estimular el juego libre y la diversión.

Los participantes de las mesas de trabajo poseen diversos perfiles, pero todos, desde su práctica profesional, impulsan el derecho al juego, catalizan la voz y opinión de las niñas y niños, buscan la creación de espacios accesibles e incluyentes para todos, saludables, que promuevan conductas y experiencias dinámicas, que inicien nuevas conversaciones y relaciones entre la comunidad, que reflejen una visión de ciudad donde gobierno y ciudadanía construyen en conjunto, nuevas maneras de hacer ciudad y espacio público inclusivo y lúdico.

Teoría de cambio

Si se desarrollan los primeros lineamientos para diseñar espacios públicos de juego en la Ciudad de México, a través de una metodología que integra las voces de diversos perfiles, tanto de sociedad civil como de gobierno, que poseen experiencia en todas las etapas del desarrollo y creación de espacios públicos de juego, será posible:

  • Desarrollar las secciones principales y complementarlas con la investigación de cuatro años de Ciudad Lúdica.
  • Desarrollar una herramienta que integre diversas perspectivas y experiencias en sitio para plantear un marco de acción que pueda generar una respuesta basada en las necesidades reales de cada comunidad.
  • Impulsar una herramienta de consulta básica para los procesos de creación de espacio público y ciudad desde la perspectiva de una megalópolis latinoamericana.
  • Tener un marco de referencia con conceptos homologados que ayude a equilibrar el diálogo y clarificar las líneas de trabajo en torno a la relación juego-niños y ciudad.
  • Servir como repositorio inicial de expertos en el tema, facilitando la conexión entre inteligencia ciudadana y gobierno.
  • Impulsar la integración de la perspectiva infantil y de juego en la planeación, diseño y desarrollo urbano de la CDMX.
  • Impulsar la creación de terrenos de juego y entornos saludables e inclusivos para todos.
  • Contar con un ecosistema que exija la implementación de esta herramienta a la nueva administración.
Resultados
  • 9 Mesas de Trabajo
    • 4 Sociedad Civil
    • 3 Gobierno
    • 2 Conjunta
  • 1 Ejercicio de consulta infantil
  • 49 Colaboradores
    • 23 Sociedad Civil
    • 26 Gobierno
  • 1 Publicación
  • 1 Capacitación
Aprendizajes
  • Si bien no existe una homologación del concepto de espacio de juego en la normativa actual, el imaginario de los integrantes de la mesa, tanto de sociedad civil como de gobierno, refleja un deseo, compromiso y conocimiento por la necesidad de espacios más inclusivos e integrales para el disfrute de todos.
  • Los espacios de juego deben pensarse y diseñarse para que exista una interacción entre diferentes generaciones y personas.
  • El mismo ecosistema de trabajo cuestiona la existencia de espacios sólo para el juego, pero se llegó a un común acuerdo que estos lineamientos son una manera dirigida y contundente para mejorar los procesos de diseño y planeación de espacio público, así como para fomentar la participación ciudadana, especialmente la infantil, y la apropiación comunitaria.
  • Durante el desarrollo de los lineamientos, una de las preocupaciones iniciales y constantes, fue la creación de una publicación que limitara la experimentación y reflexión de lo lúdico en lo urbano, de manera que se propuso enfocar el resultado en los procesos y no en una serie de pasos restrictivos a seguir.
  • La segunda preocupación latente durante el proceso de creación de ApJU es que la voluntad política pueda desplazar el esfuerzo que se está haciendo y que los lineamientos queden guardados en un cajón cuando suceda el cambio de administración. Además de que en general los manuales y herramientas para planeación urbana no terminan con la impresión de la publicación, es muy importante su difusión, sobre todo, a aquellas dependencias que directamente o indirectamente se vean involucradas.
  • La creación de confianza en un ecosistema que integra a sociedad civil y gobierno, conlleva un arduo trabajo, paralelo a un proceso de comunicación transparente y a una muestra de resultados del trabajo conjunto. Al inicio del proceso de creación de los lineamientos, los participantes temían que las mesas de trabajo sólo se llevaran a cabo para legitimizar que se estaba ahondando en el tema, en lugar de realmente culminar en la publicación, después de cinco meses de trabajo, los participantes se apropiaron del proceso y se formó un frente consistente que busca impulsar la creación de espacios de juego desde las diversas voces y experiencias que conforman el equipo de trabajo.
  • El diseño de espacios públicos, incluidos los de juego, debe realizarse con una perspectiva de género, ningún tipo de infraestructura debe impulsar percepciones o sensaciones de inseguridad para ningún sector poblacional. Usualmente un buen diseño, ubicación y mantenimiento de la infraestructura y equipamiento del espacio público repercute en la permanencia, circulación y usabilidad de los espacios por sus distintos usuarios (ejemplo: las mujeres evitan puntos oscuros de la ciudad, debido a la inseguridad y violencia).
  • La mesa de trabajo acordó que ApJU debe no sólo proveer lineamientos para generar nuevos espacios de juego, sino también líneas de trabajo para reforzar o modificar espacios ya existentes, representando una posibilidad de diseñar nuevas formas para impulsar la imaginación y la espontaneidad en el entorno urbano.
  • Se recomienda que ApJU tenga una “fecha de caducidad” de dos administraciones, una serie de revisiones de alcances y un diagnóstico de impacto, además debería existir un ente de gobierno central que se encargue de auditar qué sucede con los espacios públicos de juego, y emita recomendaciones a las alcaldías sobre la planeación, diseño, construcción y mantenimiento de los espacios públicos de juego.
  • ApJU supondrá un parteaguas en la manera en que los hacedores de espacio público de la CDMX conciben el juego y por ende el diseño de los espacios de juego, diferenciándolo de espacios para el deporte, el esparcimiento y la cultura, de manera que debe:
    • Ser un estandarte para impulsar el día del juego en la CDMX y el país.
    • Ser una radiografía para clarificar e informar a qué instancias de gobierno le corresponde el diseño y planeación de espacios de juego.
    • Servir como una herramienta para que niñas y niños puedan exigir y defender también su derecho al juego.
  • La promoción del derecho al juego, sus beneficios y la importancia de su relación con el entorno urbano debe ser un esfuerzo interinstitucional, tiene que abordarse desde una perspectiva de salud, aprendizaje, cultura, desarrollo urbano, etcétera.
  • De parte de los aliados de gobierno, recomiendan explorar opciones de cofinanciamiento con empresas privadas, evaluando cada caso particular y en colaboración desde el inicio con vecinos y actores clave de la comunidad.
  • Es imperativo dar a conocer el proceso y el resultado de ApJU al equipo de transición, así como a las universidades que tengan carreras a fin.
  • No existe una cultura de apertura y coordinación interinstitucional, la posibilidad de crear colaboraciones entre las distintas secretarías, consejos, sistemas y demás institutos de gobierno se entiende como más trabajo y no como una manera de eficientar procesos. Aún cuando se intenta generar colaboraciones, los tiempos dentro de gobierno son difíciles y afectan la gestión de los proyectos; en ocasiones el tiempo establecido para la realización del proyecto es corto y los procesos para la obtención de recursos, tardado, lo que provoca una planeación apresurada. Al respecto, el mismo ejercicio de la creación de ApJU sirve como un espacio de aprendizaje, tanto para el desarrollo del proyecto, como para los participantes.