Por una parte, en la actualidad la Ciudad de México no cuenta con un sistema de transporte nocturno con horarios fijos por parada. Por otro lado, el sistema disponible, el Nochebús, es subutilizado y pocos usuarios lo conocen.
¿Relanzar el servicio de transporte público Nochebús CDMX con horarios fijos en las paradas (específicamente en el corredor Insurgentes) y generar una campaña de comunicación inédita puede incentivar a los usuarios a usar más este servicio de transporte nocturno? ¿Puede este ejercicio piloto funcionar como inspiración para otras líneas y redes de transporte, y motivar su replicabilidad en otras rutas?
La noche es un periodo de gran valor social y económico para las ciudades. Si bien ha sido asociada con el crimen y el miedo, en las últimas décadas la “vida nocturna” se ha conectado también con otros procesos como el surgimiento de economías creativas, el turismo, los entornos recreativos, el crecimiento laboral y la regeneración de las ciudades. Con mayor frecuencia los estudios urbanos toman como referencia la noche como sujeto de investigación y exploran los retos que las ciudades enfrentan en términos de gobernanza (A. Mercado, 2017) y de oferta cultural, laboral y económica (W. Straw, 2017).
El transporte urbano nocturno es la columna vertebral de la que los entusiastas de la noche dependen para realizar sus actividades. Existen modelos internacionales que han aprovechado la escena nocturna de sus ciudades garantizando de manera segura, eficiente y conectada este servicio de transporte; esto permite descubrir lo que puede ofrecer la ciudad a sus habitantes en la noche. Una de las megalópolis que recientemente adoptó esta visión es Londres. A un siglo y medio de su fundación, en agosto de 2016 el sistema de transporte subterráneo más antiguo del mundo, conocido como el “Tube”, amplió su servicio a 24 horas.
Esto representó un empuje necesario para la vida nocturna de la capital británica. De acuerdo con la firma TBR, la economía nocturna —traducida en bares, restaurantes, antros, salas de conciertos, entre otros— constituye la quinta industria más importante de ese país, responsable por 1.3 millones de empleos y un ingreso anual de 66 mil millones de libras esterlinas. Otras ciudades como Melbourne han implementado el sistema de transporte público nocturno con resultados positivos.
México tiene un flujo nocturno de personas tanto o más activo que el londinense. De acuerdo con la Encuesta Origen-Destino 2017, entre semana se realizan alrededor de 248 mil viajes en la Ciudad de México y municipios conurbados entre las 0:00 y las 5:00 horas, mientras que el fin de semana hay 152 mil viajes.
En la actualidad, el corredor Insurgentes del Nochebús inicia en el paradero de Indios Verdes, en el norte de la ciudad, hasta Doctor Gálvez, al sur. Cuenta con una oferta de mil 54 lugares por noche, de los cuales en promedio sólo 12 son ocupados por viaje, lo que se traduce en un total de 705 personas que viajan cada noche. En suma, durante toda la noche existen mil 42 asientos subutilizados. El reto es incrementar el uso de este transporte.
Por otro lado, en la práctica las frecuencias de los autobuses varían noche tras noche, por lo que no es posible predecir el horario en el que llegará a una parada específica. Esto genera una espera promedio de 21 minutos por parte de los usuarios, los cuales llegan incluso a esperar hasta 76 minutos. Esto resulta un problema para usuarios reales y potenciales, por lo que resulta necesario analizar las frecuencias de usuarios, la ubicación de los paradores y la comunicación que tiene el Nochebús.
La Ciudad de México cuenta con diversos sistemas de transporte masivo y una cobertura en materia de movilidad en bicicleta; sin embargo esta opera durante el día. En la noche, la ciudad de México muestra otra cara y necesidades que se manifiestan en las propias actividades que se llevan a cabo; en su mayoría relacionadas con el sector laboral y recreativo. La oferta de transporte público que garantiza a esta población viajar de un lugar a otro, se reduce a la existencia de una red nocturna de autobuses que desde 2013 ofrece servicio con una alta oferta, pero baja demanda.
Si se impulsa un proyecto integral de transporte nocturno en donde se enfatice la implementación de horarios fijos, se establezcan sitios de ascenso formales y cruces seguros en el corredor Insurgentes del Nochebús, y se mejore la comunicación a través de una campaña inédita sentará las bases rumbo al Sistema Integrado de Transporte en la ciudad; asimismo, permitirá su replicabilidad en las demás rutas de la CDMX y en el país.
El Laboratorio para la Ciudad buscó implementar un servicio nocturno con horarios fijos por paradero, como ya lo tienen varias ciudades del mundo. La finalidad es que los usuarios ahorren tiempo y dinero, tengan mayor seguridad y cuenten con una mejor calidad en el servicio de transporte de la CDMX. Todo esto partiendo de la adopción de un Sistema Integrado de Transporte (SIT) —entendido como el conjunto articulado de redes para prestar un servicio confiable, eficiente, cómodo y seguro, que permita movilizar a las personas usuarias con altos estándares de calidad y accesibilidad, con cobertura en toda la ciudad” (Ley de Movilidad de la Ciudad de México).
Con apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo, la Secretaría de Movilidad y la consultora Steer Davies Gleave, el área Ciudad Peatón, del Laboratorio para la Ciudad, realizó un estudio en el corredor Nochebús Insurgentes tomando en cuenta rubros como infraestructura, operación, satisfacción y percepción de usuarios actuales, hasta preferencias declaradas de usuarios potenciales. Ciudad Peatón considera que tener esta información permitirá optimizar el servicio nocturno de transporte en una de sus 11 rutas.
Con la finalidad de optimizar la operación de servicio de Nochebús Insurgentes, la consultora Steer Davies Gleave realizó durante 2017 una serie de estudios y trabajo de campo acompañado del equipo de la Semovi y del Laboratorio para la Ciudad con el fin de entender la red del sistema de transporte nocturno mediante la caracterización de sus condiciones físico-técnicas. Se realizó una Encuesta Origen-Destino, estudios de ascenso y descenso, ejercicios de frecuencia de ocupación visual, encuestas de preferencias declaradas a usuarios y no usuarios, así como un levantamiento de paradas al igual que de terminales en ambos sentidos del corredor Insurgentes.
Se desarrollaron entregables que hablan sobre la metodología y los trabajos de campo a realizar, un documento sobre las mejores prácticas a nivel internacional en materia de transporte público nocturno, otro acerca de la caracterización de los once corredores de transporte nocturno en la Ciudad de México —modelo para la gestión de la demanda del corredor nocturno de Insurgentes— y una guía práctica de estrategias para la gestión de transporte nocturno.
Para la socialización y reporte de avances del proyecto se han llevado a cabo dos talleres con funcionarios en los cuales se busca que las instituciones públicas asuman compromisos, se refuercen canales de comunicación entre dependencias y se dé seguimiento y coordinación eficiente entre los actores involucrados en la operación de la red nocturna de transporte pública.
Finalmente, una vez implementadas las recomendaciones, se piensa elaborar estrategias de comunicación de imagen y servicio a la población en sitios de interés (hospitales, fábricas, escuelas, centros nocturnos, etcétera) y por redes sociales, junto con una página oficial de Nochebús. Además de implementar la política de horarios fijos por parada esperando que suba la demanda y el nivel de satisfacción de los usuarios.
Los pasos a seguir para la optimización de Nochebús fueron los siguientes:
Red de Nochebús CDMX
Nochebús Insurgentes
NOCHEBÚS CDMX from Laboratorio para la Ciudad on Vimeo.