A partir de 2011, la Ciudad de México se posicionó como una ciudad de vanguardia al reconocer su naturaleza intercultural y salvaguardar el derecho de todas las personas a moverse por distintos territorios. Recientemente, la Constitución de nuestra ciudad reafirmó esta concepción y, junto a la declaratoria de Ciudad Santuario y Ciudad Hospitalaria reforzó el marco legislativo en torno a las migraciones.
Sin embargo, tras las crecientes muestras de racismo y xenofobia en Estados Unidos, así como la constante violencia en las naciones del sur, los flujos migratorios se han transformado e incrementado: convivimos, cada vez más con personas que viven procesos migratorios y necesitan hacer valer sus derechos, ¿cómo iniciar las exploraciones en torno al contexto de las migraciones en nuestra ciudad?, ¿qué camino habrá que recorrer para convertir los marcos y designaciones legales en una realidad para los migrantes?, ¿puede el diseño ser partícipe en la construcción de nuevas solidaridades, buscando la manera de trabajar de forma estrecha con grupos de deportados quienes han sido muy activos en crear sus propias respuestas ante la crisis que impera desde que Donald Trump es presidente?
El 7 de abril de 2011 la Ciudad de México promulgó la Ley de Interculturalidad, Atención a Migrantes y Movilidad Humana, con la que reconoce el derecho de las personas a migrar y buscar, en otros territorios, mejores condiciones de vida, sin ser perseguidas o discriminadas. La ley también reconoce la pluralidad entre los distintos actores migrantes de la ciudad al distinguir entre migrantes y refugiados, lo que permite que los programas y políticas se desarrollen para comunidades que, aunque comparten condiciones migratorias, enfrentan distintas problemáticas.
La promulgación de la ley de interculturalidad fue una de las primeras actividades que comenzaron a explorar el papel de la Ciudad de México como una ciudad global, cuya diversidad y atractivo internacional, concentra cada vez más a flujos de población migrante.
En 2017, con la aprobación de la primera Constitución de la CDMX y su eventual declaratoria como Ciudad Global, ha vuelto a surgir el tema de la construcción de identidad de la ciudad con perspectiva global. La Constitución capitalina explícita en su artículo 20 las atribuciones internacionales de la ciudad y reafirma la interculturalidad de la misma; su futura reglamentación y rectificación por parte de los poderes legislativos supone replantear qué implica para la ciudad pensarse como hospitalaria, identificar quiénes son los actores que realmente participan en este ecosistema para implementar política pública basada en evidencia.
La necesidad de una nueva estrategia de atención a la movilidad humana por parte de la ciudad se vuelve necesaria tras las medidas en el rubro de política exterior por parte de la reciente administración de Estados Unidos, que han provocado el incremento y recrudecimiento de deportaciones que entran directamente a la Ciudad de México desde el territorio estadounidense. De igual manera, a pesar del marco legal existente, la declaratoria de la CDMX como Ciudad Santuario y los programas de Ciudad Hospitalaria, la actual estructura administrativa se reduce a una dirección general dentro de la Secretaría de Desarrollo Rural y Equidad para las Comunidades (Sederec), por lo que resultan limitados el marco de acción, el presupuesto y la capacidad de respuesta ante la complejidad de la migración.
Ante esta dificultad para actuar desde el gobierno local, las organizaciones religiosas y de la sociedad civil, con su experiencia y cercanía al territorio, son quienes han impulsado la agenda migrante y actuado de manera inmediata y casi paliativa con esta población; sin embargo, son frecuentemente rebasadas por el fenómeno e incapacitadas para llevar a cabo acciones que vayan más allá de los casos migrantes que atienden día con día.
La ciudad se enfrenta entonces al desafío de atender a las comunidades migrantes tradicionales para nuestra ciudad, así como identificar a las nuevas poblaciones que habitan o transitan en su territorio, de entender las necesidades y particularidades de cada grupo, visualizar y fortalecer el ecosistema ya existente y, volver a pensar cuales serían las políticas públicas adecuadas para promover la interculturalidad que vive.
El Taller Nuevo Norte es un espacio de reflexión que busca construir nuevas narrativas sobre la migración desde el punto de vista de los migrantes y el trabajo colaborativo por medio de proyectos de diseño, arte y comunicación con las comunidades que transitan en distintas ciudades mexicanas. El taller celebrado en la Ciudad de México forma parte de una serie de talleres realizados en el país por un colectivo ciudadano; nació en Tijuana y desde entonces se ha celebrado en las siguientes ciudades:
En colaboración con el antropólogo Pablo Landa, el diseñador Rodolfo Samperio y el arquitecto Luis Gil, el Laboratorio para la Ciudad realizó el Taller Nuevo Norte en la Ciudad de México. El taller, se dividió en tres etapas, un primer diálogo de inducción y dos ediciones del taller.
El primer diálogo, realizado en diciembre de 2017 entre miembros del Laboratorio, aliados estratégicos y los organizadores del taller, sirve como momento preparatorio y sensibilizador, se presentan los resultados obtenidos en ediciones previas del taller y se comparten los aprendizajes sobre lo que implica trabajar con personas que viven en constantes situaciones de riesgo, asimismo, se exploran posibilidades sobre el abordaje en la Ciudad de México, una urbe cuya actividad migrante no es tan evidente como en las ciudades fronterizas.
Posteriormente, en cada edición del taller (enero y julio 2018), se lanza una convocatoria abierta a estudiantes de licenciatura y posgrado con interés en el tema para trabajar de manera intensiva durante dos semanas.
En la primera semana, los participantes investigan y se vinculan en campo con la población migrante de la ciudad; conocen a las instituciones del gobierno de la cdmx que los atiende y visitan albergues gestionados por la sociedad civil, así como espacios clave para reconocer las condiciones o necesidades de los migrantes.
Durante la segunda semana, los participantes desarrollan proyectos creativos, artísticos, de innovación o comunicación para beneficiar a la población migrante, generando nuevas formas de colaboración entre diferentes sectores de la sociedad en el abordaje de estas problemáticas y, sobre todo, ayudando en la experiencia de tránsito o estadía en la ciudad de estas personas. El objetivo es que los proyectos sean realizables y replicables, que se terminen en el marco del taller; y que sean significativos, es decir, cuyo desarrollo conceptual y material incidan directamente en los problemas de los migrantes.
Promover estrategias de intervención puntual y experimentación, ayuda a que, con poco presupuesto y riesgo, se pueda comenzar a abordar problemáticas sociales complejas, como el fenómeno migratorio
El trabajo etnográfico es necesario para comprender la complejidad de la migración y construir proyectos que realmente incidan en la vida de las personas
La suma de proyectos e intervenciones puntuales ayudan en el entendimiento y resolución de problemas más generales e intrincados que en muchas ocasiones rebasan las atribuciones y responsabilidades administrativas de un gobierno local.
Integrar a los Migrantes en la construcción de su narrativa de vida en la ciudad, ayuda a generar mensajes que superen la condición migrante y revelen su calidad como personas. Entender las respuestas que ellos ya han dado a la crisis aumenta la capacidad de incidencia creativa conjunta.
Generar estrategias de colaboración entre personas en situaciones vulnerables y el público en general, promueve la empatía y la sensibilización.
Trabajar desde equipos multidisciplinarios, ayuda a construir proyectos que puedan incidir desde diferentes frentes a las necesidades de las personas migrantes
El trabajo multidisciplinario, permite también rebasar las prácticas tradicionales de cada disciplina para incidir, de manera conjunta, en las problemas sociales.
Participaron un total de 34 personas, 15 durante el primer taller y 19 durante el segundo, entre las que se encuentran diseñadoras industriales, arquitectas, desarrolladores de software, fotógrafas, politólogas, diseñadoras gráficas, artistas visuales, comunicologas, internacionalistas, sociólogas, gestoras interculturales, administradores urbanos, ingenieros en computación y urbanistas.
Durante los dos talleres participaron un total de 10 instituciones, de las cuales, 5 lo hicieron por medio de charlas: Médico sin fronteras, Secretaria de Desarrollo Rural y Equidad para las Comunidades (Sederec), Instituto para las Mujeres en la Migración (Imumi), Centro de Apoyo a las Identidades Trans (Cait) y Sin Fronteras IAP; y 5 como espacios de intervención con población migrante: Casa de Acogida Formación y Empoderamiento de la Mujer Migrante y Refugiada (Cafemin), Casa Tochán, Casa Mambré de la orden SMR: Scalabrinianas, Pochx House de Otros Dreams en Acción y Deportados Unidos en la Lucha.
Se visitaron e intervinieron 2 espacios claves para la movilidad humana en la CDMX: El Aeropuerto de la CDMX y la Terminal de Autobuses de Occidente: Observatorio
Se desarrollaron un total de 37 proyectos, de los cuales, 17 se hicieron durante el primer taller y 20 durante el segundo. De estos proyectos 4 han tenido un seguimiento entre el primer y segundo taller
Proyectos. Taller CDMX 1
Casa Mambré
1. Intervención Espacial. Huerto urbano, tendederos, compostero, malla sombra y limpieza general
2. Donación: El hombre en busca del sentido en español y francés
3. Donación: Condones
4. Documento de comunicación: Manual de riego y cuidado del huerto
Aeropuerto de la Ciudad de México
5. Diseño de comunicación: Intervención de teléfonos con guías de marcación
6. Intervención espacial: Intervención de señalética “Favor de Respetar mis derechos”
Deportados Unidos en la Lucha
7. Diseño colaborativo: Chingona aquí y allá, Todos somos puerta N y Apoyamos tu lucha
8. Encuentro: Cena de cierre. Deportacos, Deportaguas y Deportados Brand
Otros Dreams en Acción
9. Intervención Espacial. 2 Sillones Beanbags (Diseño y realización de sillones puff)
10. Diseño de espacio. Levantamiento arquitectónico
Proyectos generales
11. Diseño de comunicación: Infografías: proceso de deportación y diez veces mojados
12. Documento de comunicación: Definiciones del diccionario de la migración para redes
13. Diseño de comunicación: Pines emblemáticos
14. Documento de comunicación: Artículo wikipedia puerta N (lo bajaron)
15. Intervención Espacial. Señalética Vías de Ferrocarril UAM Azcapotzalco
16. Diseño de comunicación: Entrevistas con casas y participantes
17. Diseño de comunicación: Manifiesto
Taller CDMX 2
Casa Mambré
1. Diseño de comunicación: Señalética para huerto urbano
2. Diseño de comunicación: Calendario de tareas y cuidado para huerto urbano
3. Donación: Rejillas para el secado higiénico de utensilios de cocina
4. Diseño de espacio. Levantamiento arquitectónico dormitorios
Terminal de Autobuses de Occidente. Observatorio
5. Diseño de comunicación: Intervención de teléfonos con guías de marcación
Deportados Unidos en la Lucha
6. Donación. Tamalera
7. Diseño de comunicación: Intervención gráfica Tamalera
8. Diseño de comunicación: Deportamales
9. Diseño de comunicación: Stencil Deportados Unidos en la Lucha
Otros Dreams en Acción
10. Diseño colaborativo: Mesa Simbólica. Here y allá. Aquí and there
11. Diseño de comunicación: Posters publicitarios
12. Diseño de comunicación: Botones Be a Safe Space y Soy un Safe Space
Casa Tochán
13. Diseño de comunicación: Fanzine de poesía. Cómo viajar sin tropezar
14. Intervención espacial: Reacondicionamiento con malla sombra
15. Intervención espacial: Mosaico Interactivo. Deseos
16. Intervención espacial: Reacomodo almacenamiento de comida
Proyectos generales
17. Encuentro: Cena de cierre con Deportamales, Deportados Brand y Pupusas (Cafemin)
18. Documento de comunicación: Definiciones del diccionario de la migración para redes
19. Diseño de comunicación: Estrategia de testigos y acompañamiento para personas migrantes
20. Documento de comunicación: Manifiesto
Al ser México un territorio de paso hacia Estados Unidos, casi todos los Estados conviven, en menor o mayor medida, con población migrante, por lo que el taller puede ser, y ha sido, replicado de manera íntegra.
La metodología del taller, es decir, el trabajo etnográfico de un grupo interesado para el diseño de acciones puntuales que ayuden a construir nuevas narrativas de una población, puede ser aplicada para la exploración de otras problemáticas sociales.
Aunque se realizaron proyectos específicos que responden a las realidades de cada espacio, acciones pequeñas como donaciones en especie, voluntariado y compartir material de sensibilización siempre es deseable y significativo.
Los aprendizajes plasmados en los manifiestos de cada edición, formarán parte de un compendio editorial junto a las otras ediciones del taller en el resto del país. El taller busca además seguir generando nuevos núcleos de empoderamiento en los cuales, los participantes que así lo deseen, repliquen el taller en esta u otras ciudades del país.